Ninguna persona puede sentir el mismo dolor que la otra, todos soportamos la
perdida a nuestra manera...

A veces damos tanto por una persona que hasta olvidamos quien eramos realmente.
Lo más cruel que uno le puede hacer al otro y viceversa es dejar que se enamore cuando no tiene la intención de corresponderle
Lucero fugaz...
Lucero de media noche,
Que guía mi corazón perdido.
Luna, que llena, te conviertes en consuelo,
Brindas a mi alma tu cobijo
Y el calor que necesito.
Eres tu quien acompaña a este pobre peregrino.
Eres tu quien se convierte en su deseo prohibido.
Lo único que sé es que te extraño.
Extraño tus abrazos,
tus besos,
tus manos,
tu pelo,
tus ojos. . .
En fin, todo
A veces hay que dejar todo en las mano del destino y no presionar las cosas a que pasen. Tu momento llegará, solo confía!